EL HIDALGO INGENIOSO Y LAS ANDANZAS DE SU CABALLO LOCO, SANCHO LLANTA, LA DULCINEA Y EL CONVIDADO DE PIEDRA.


 Por: Guillermo Ventura.
(Escrito y publicado en  Marzo de 2006)

Había querido titular el siguiente articulo, “Las Andanzas del Caballo Loco” y hablar de las aventuras y desventuras que el Noble e Hidalgo pueblo Peruano pasó durante el gobierno de Alan García Pérez entre 1985 y 1990, pero hablar únicamente de este caballo, perdón, de este “loco”, sería olvidarme de los otros que hacen la política actual en el Perú. Sería como narrarles el Quijote pero sin Sancho Panza ni Dulcinea y es que si no se han percatado, las elecciones presidenciales que se realizarán el 9 de abril de 2006 esta poblada de personajes tan diversos que asombrarían a Cervantes.
Antes de comenzar la siguiente narración, como se acostumbra hacer en las obras teatrales le asignaremos nombres a los personajes.

—El Hidalgo Ingenioso: El pueblo Peruano.
—El Caballo Loco: Alan García Pérez.
—Sancho Llanta: Ollanta Humala..
—La Dulcinea: Lourdes Flores Nano.
—El Convidado de Piedra: El Kenyo Fujimori.  

PROLOGO.
            Entre 1968 y 1975 gobernó el Perú el general Juan Velasco Alvarado, quien asumió a través de un golpe de estado desplazando al gobierno “Constitucional” de Fernando Belaúnde Terry.
            Revolución, Dictadura, Gobierno de Facto, son los términos con los cuales se lo ha catalogado. Un gobierno que para algunos se caracterizó por su naturaleza centralizada, autoritaria y burocrática y para otros privilegió la participación nacional y logró una autentica reforma del estado oligárquico imperante en la época.
La reforma agraria, las medidas nacionalizadoras de la minería, la pesca, del comercio exterior, la banca y el petróleo tuvieron límites: Los de toda la experiencia de nacionalismos burgueses en la segunda posguerra, que pretendían resistir parcialmente al imperialismo, al tiempo que se jugaban con todo a impedir la acción independiente de los trabajadores y los campesinos. Ensayó una frustrada reforma educativa que obtuvo el rechazo de los docentes. Al mismo tiempo, firmó tratados internacionales con la Ex - URSS y logró el apoyo del Partido Comunista domesticando a las centrales sindicales.
Ante la encrucijada planteada por las contradicciones de esta situación, se produjo una crisis en el gobierno velasquista, siendo derrocado por un golpe Pro-Imperialista de otro militar, Morales Bermúdez. Pero duró poco, producto del ascenso de las luchas obreras y populares de los años 1977 y 1978. Ascenso que dio lugar al conocido desarrollo de “asambleas populares” como órganos embrionarios de poder local en el marco de un agudo proceso revolucionario.
Este proceso buscó ser desviado con la Constituyente del año 1979. La lucha radical contra la dictadura militar fue tan profunda que tiró abajo los planes del gobierno de continuar en el poder y atemorizaron a las fuerzas de lo que llamaban, burguesía, que creyó por un momento que el poder podía escapar de su control. Por eso el APRA y el PPC (Partido Popular Cristiano) pactaron una salida a la crisis convocando a una Asamblea Constituyente garantizándoles a los militares una retirada “en orden” a los cuarteles.
En La Asamblea Constituyente se termina por imponer una constitución €œliberal” y Belaúnde Terry (de Acción Popular) llega al poder. En 1980 asume nuevamente la presidencia, intentando imponer un giro liberal que deje definitivamente atrás la fase nacionalista. Un mes antes habí­a hecho su aparición Sendero Luminoso. 

Acto I
Con la finalización del mandato de Fernando Belaúnde Terry se fue el último lustro de bonanza  en el Perú. La tarde del 28 de julio de 1980, El cielo Limeño empalideció, quizás presagiando que se venía el cumplimiento de las profecías, pero no de la profecía de Santa Rosa de Lima (“…Un día los barcos atracarán en la plaza de armas…”), sino una más terrible.  Cuando llegó la hora Nona y el bastardo dijo:

— ¡SI... JURO!
El cerro San Cristóbal tembló y las largas y grandes cortinas del Congreso se rasgaron. Ya... todo se había cumplido. El ahora anciano, amigo de Haya de la Torre, don Luis Alberto Sánchez, sentado en su butaca y mientras bebía un sorbo de café se abandonó a sus recuerdos...
“...México 1924. El joven Víctor Raúl Haya de la Torre, dirigente estudiantil desterrado por el Gobierno de Augusto B. Leguía, recorre varios países de Latinoamérica dictando conferencias y organizando las llamadas Universidades Populares, promovidas por estudiantes para los trabajadores. En el Perú ya se habían fundado las Universidades Populares “González Prada”, en Cuba se crean las Universidades Populares “José Martí”.  En México, el 07 de Mayo de 1924, en un acto simbólico en el que Haya de la Torre entrega la bandera indoamericana (un mapa dorado de América Latina con fondo rojo) a la Federación de Estudiantes de México, se funda “La Alianza Popular Revolucionaria Americana” (APRA).
Víctor Raúl Haya de la Torre cambiaría la forma de hacer política en  Latinoamérica y además, daría inicio a las persecuciones por parte del “Estado militarizados” contra civiles.
En Diciembre de 1926, Haya de la Torre escribió en la revista inglesa The Labour Monthly un artículo titulado What's the A.P.R.A?,  donde expone el programa del aprismo y define al APRA como "La Organización de la lucha antimperialista en la América Latina, por medio de un Frente Único Internacional de trabajadores manuales e intelectuales (obreros, estudiantes, campesinos, intelectuales, pequeños empresarios, etc.) con un programa común de acción política. Eso es el APRA". El programa tiene cinco puntos:
1- Acción contra el Imperialismo Yanqui.
2- Por la Unidad Política de América Latina.
3- Por la nacionalización de tierras e industrias.
4- Por la internacionalización del Canal de Panamá.
5- Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo.

El APRA se diferencia de La III Internacional Comunista y propone alternativas de frente único antimperialistas y no uniclasistas. Los postulados Apristas tienen mayor influencia en países como Costa Rica, Venezuela, Chile, Cuba, República Dominicana, donde se fundan partidos bajo inspiración aprista. En el Perú, el 20 de Septiembre de 1930, se funda el Partido Aprista Peruano. En 1944 tomará también el nombre de Partido del Pueblo.
Durante gran parte de su vida, Haya de la torre se dedicó a generar directa e indirectamente espacios para la discusión política, pero nunca logró llegar al gobierno.
De pronto, alguien llamó al anciano amigo de Víctor Raúl Haya de la Torre, sacándolo de sus pensamientos.

— ¡Don Luis, Don Luis! ¿Se encuentra bien?— le dijo el “búfalo” Villanueva.
El anciano se acomodó los anteojos.
— ¡Estoy bien, estoy bien— le contestó.

Acto sub.-1.

            Cuando “El Caballo Loco” ganó las elecciones, la sociedad peruana y  principalmente los más necesitados (Miren que no hablo de miserables, por que en el Perú hay pobres y no miserables), creyeron que era la reencarnación de Víctor Raúl Haya de la Torre. Recuerdo que “Luchita”, mi abuela solía arrastrarme para acompañarla  a la “Casa del Pueblo” para escuchar al “pequeño saltamontes” del para entonces desaparecido Líder.
            El Perú, parecía una novela de Corin Tellado: todos los pobres eran felices y los ricos también lloraban pues sus bolsillos seguían llenándose de algunas monedillas. Los Medicamentos, los  alimentos, eran baratos. No había huelgas. Todo era alegría y fanfarria. Perú, ya no era un pobre sentado en un banco de oro.
            Pero como tenía que suceder, para que la historia sea realmente una Novela, el “pequeño saltamontes” se cayó en el verde liquido (U$A) y se transformó en un “Caballo Loco”, nunca se supo si era más caballo o más loco. Una mañana de un día que ya nadie recuerda o no quieren  recordar, salió al su balcón presidencial y le gritó al mundo:

— ¡NO PAGAREMOS LA DEUDA EXTERNA, SÓLO POR EL VALOR DE EL 10 % DE LAS EXPORTACIONES!

            Calzándose los herrajes nuevos comprados en Miami, se fue a recorrer toda Latinoamérica (Igualito al Sr. “Ch” de Venezuela). Algunos le creyeron y otros no. Pero donde logró conseguir más adeptos fue entre mis amigos Argentos. ¡Pero... Che! ¿Se la creyeron?
            Y entonces, las medicinas se dispararon y los alimentos comenzaron a escasear, al punto tal que la población debía levantarse a las 3  o 4 de la madrugada para hacer fila en los negocios de abarrotes (almacenes) y poder adquirir medio kilo (1/2) de arroz o de azúcar por persona, transformándose el Perú en una especie de novela de  Edgar Alan Poe o la “Historia del fin del Mundo” de Varguitas, sumado a una inflación galopante que superó los 1500 % por año.
            Los críticos del Caballo Loco dicen que su forma de pensar era muy similar a la que enarbolaban los grupos terroristas y que además tenía lazos con ellos. Se basan para afirmar esto, en el discurso de clausura del VII Congreso de la Juventud Aprista en mayo de 1988, donde dijo: "Sendero Luminoso tiene militantes activos, entregados, sacrificados (...) el senderista tiene lo que nosotros no tenemos: mística y entrega. Es gente que merece mi respeto y personal admiración por que son, quiérase o no, militantes”.
Pero, no sólo hizo público este reconocimiento sino que además expresó el deseo de contar con elementos similares dentro del Partido Aprista, afirmando: "Mueren gritando asesinos a los que los matan, como ocurrió en Lurigancho. Cómo no vamos a admirar esto, compañeros. Yo sí. En términos internos y nuestros... siento admiración. Como no tuviéramos ese tipo de militantes”.

            En cuanto a sus lazos con el terrorismo, ante el VII Congreso de la Juventud Aprista, confesó: "Con Polay tuve una alianza". Se refería a Víctor Polay Campos, entonces líder del MRTA. Y agregó:  "(Polay) no tuvo la firmeza de mantenerse en el partido porque cayó en la impaciencia(...) si él se hubiera mantenido en el partido sería un dirigente y podría haber ejercido influencia, porque tuvo capacidad de trato con los jóvenes".
            La frutilla que coronó su reinado y generó el escándalo fue que en 1990, y faltando pocas semanas para el término del gobierno aprista, 48 miembros del MRTA (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru)  se fugaron del Penal de Canto Grande a través de un enorme y escandaloso túnel. Víctor Polay, encabezó el contingente de fugitivos. Protagonizó una salida triunfal, acompañada incluso con fotos y celebraciones. Más pasmosa fue la transmisión que hizo el canal de TV del Estado, de una proclama revolucionaria de Polay cargada de ataques al Presidente. Es obvio que este hecho fue permitido por Alan García para crear así una coartada que lo libere de toda sospecha. Sin embargo, con todos los antecedentes mencionados, la duda seguirá cubriendo la participación de García en este bochornoso escape.
            Y podría seguir anotando y enumerando todas y cada una de las actuaciones de este personaje, pero no es mi intención en transformar este texto en una novela de misterio.

Acto II
            Era de suponerse que en este acto debía aparecer el siguiente personaje de acuerdo al orden señalado al principio, pero ustedes deberán comprender que el que se cuela aquí y ahora es el Convidado de Piedra: El Kenyo (si no lo saben, “el Chino”, “El Ponja”, “Don Fuji” y para los íntimos “Kenyo”)
            Se ha discutido hasta el cansancio sobre su lugar de nacimiento: Para algunos nació en el Perú, para otros en Japón. Pero lo que ya no se discute más es sobre su asociación con el “monje Negro” Vladimiro Montesinos ni de la red de corrupción de la que formaba parte.
            El Kenyo, un ignoto y mediocre Rector de la Universidad Agraria “La Molina” de la ciudad de Lima, devenido en político quizás por el descreimiento de los políticos tradicionales de entonces o quizás por que el Pueblo Peruano se había convertido en ignoto y mediocre.
Su campaña política se basó en el NO.
—No a la estatización.
—No a la inflación.
—No a la Suba de Precios.
—No al terrorismo.
Este “No”, el Pueblo Peruano se lo creyó, necesitado de Lideres, sumado a que el candidato Opositor (“Varguitas”) había dicho que… “es inevitable la subida de precios y la Inflación en los primeros meses para acomodar la economía”.

            Finalmente el convidado de piedra accede al Gobierno el 28 de julio de 1990. Treinta (30) días más tarde se produce el primer cambio: todos los productos de primera necesidad subieron más del 500 % y así hasta el final de su mandato su política fue el SI.
—Si a la Inflación.
—Si a la suba de precios.
—Si a la corrupción.
            A pesar de su huida pandillesca, en el Perú de hoy lo siguen admirando, basado en que Capturó a Abimael Guzmán (Camarada Gonzalo), líder del grupo terrorista “Sendero Luminoso”. Sin embargo no se dan cuenta que esa admiración tiene sus orígenes en otras circunstancias, de las que se aprovechó descaradamente el Sr. Fujimori.

            Para comprender esto necesariamente debemos remitirnos al pasado.
Los primeros inmigrantes Japoneses  que llegaron en las últimas décadas de 1800, se dedicaron a la agricultura a lo largo de la Costa Peruana, pero particularmente en las zonas de Huacho, Huaura, Mala, Chimbote, Trujillo, Chancay, Cañete e Ica.
            La siguiente generación (Los Sansei y los Nikkei), poco a poco fueron migrando a las grandes ciudades, principalmente Lima. Hacia 1930, la principal zona peatonal de Lima  (Jirón de la Unión) se había poblado de tiendas de venta de finas telas cuyos dueños eran descendientes de japoneses: Los  Saito, Los Igawa, Los Matzuda, Los Oshiro, Los Okada, etc. Tiendas en las cuales se podía conseguir el mejor casimir Inglés y al más bajo precio. Para entonces, para el imaginario social de la sociedad Peruana era que “el Japonés es muy trabajador y se debía copiar ese ejemplo”. A esto debemos sumarle un hecho vergonzoso ocurrido entre 1939 y 1945, ocultado por el Estado Peruano y que no figura en los libros de historia.
            Cuando se produce la 2da. Guerra Mundial, el Perú es uno de los primeros países en unirse a los aliados y declararle la guerra a Alemania, debido a que la flota Germana había hundido un barco mercante de nacionalidad Peruana que navegaba las costas Europeas con bandera neutral.
Como consecuencia de ello el Perú celebra un pacto con los aliados pero principalmente con EE.UU. por el cual el Gobierno Peruano se comprometía a detener y deportar a los ciudadanos Japoneses mayores de edad (en el Perú, la mayoría de edad se alcanza a los 18 años, a diferencia de otros países que lo hacen a los 21, siendo de los 18 a los 21, menores-adultos) y deportarlos a la isla Hawai, donde luego eran canjeados con prisioneros Norteamericanos caídos en combate.
Demás está decir que dicho pacto se cumplió al pie de la letra. Muchas familias fueron arrancadas, separadas sus parientes  y en muchos casos nunca más se volvieron a ver, sólo algunas volvieron a reencontrarse décadas más tarde.
El ejemplo que recuerdo y puedo dar fe, es el de la Familia Saito (amigos de mi familia) en el cual Don Enrique (o Michio su nombre japonés) en 1992 después de una larga búsqueda y ahorro de dinero pudo viajar a Nagasaki y reencontrarse con su hermana de quien la separaron hacía casi 50 años.
            Otras familias, hicieron que sus hijos e hijas se casaran  con ciudadanos Peruanos para evitar ser deportados. Este hecho provocó en la sociedad peruana una situación muy particular: se asimiló la noción de “Honor” de los ciudadanos japoneses.
            En este ambiente, cuando aparece “El Kenyo”, la sociedad Peruana le da su voto, pero no se lo da a Alberto Kenyo Fujimori, sino a lo que este simboliza, es decir, le otorga su voto al “Japonés por que es muy trabajador y tiene honor”. “Miren como se levantaron de las ruinas, después de las bombas que les lanzaron”, decían las abuelas.
            Pero vaya sorpresa que se llevaron cuando descubrieron que el Kenyo era más vivo que aquél narcotraficante supuestamente muerto en el incendió del Penal “El Sexto” y que ofreciera al presidente de turno, pagar toda la deuda externa del Perú si le dejaban “trabajar tranquilo”.
            Este “Ponja” nada tenía de aquellos Japoneses HONORABLES que la sociedad peruana había conocido en antaño y que por supuesto no era de esperarse que El Kenyo se hiciera harakiri, por que era tan sólo un convidado de piedra.

ENTRE ACTO.

Para continuar cronológicamente esta obra teatral, debería continuar hablando de “El Cholo”, el pobre lustrabotas que llegó a Harvard y luego a presidente, pero temo que se levanten y me dejen con todas las gaseosas y las palomitas de maíz con tanta Mediocridad de su Gobierno, a sí que lo obviaré hasta que aparezca un “disparador” como decía mi profesor de taller literario y encuentre algo interesante para contarles.

ACTO III

            En la Sociedad Machista Peruana, aún se cree que las profesiones que mas realzan a las familias son la de Abogado, Sacerdote y Militar. Como consecuencia de ello nuestro siguiente personaje, “Sancho Llanta” quien viste un lustroso uniforme que no sólo le queda grande sino que mansilla un Uniforme que llevarán hombres de honor en la guerra del Pacifico (Con Chile), en la guerra del Cóndor (con Ecuador), en la guerra del Caucho (Con Brasil) y en la guerra de Leticia (con Colombia).
            Pero este Sancho no es tan ingenuo y bonachón como el compañero del Quijote, por el contrario. Ollanta Humala es un avivado más, un pícaro y hasta me atrevería a decir otro bastardo más, por que le hace creer al pueblo Peruano que es el caudillo que han estado buscando, que es el Inca que viene a  solucionar sus problemas.

“El Inca.... el hijo del dios sol, quien envió a Manco Cápac para que enseñe a sus hijos hombres a labrar la tierra, criar el ganado y junto a él a su hermana Mama Ocllo para que enseñe a las mujeres a hilar la lana y criar a sus hijos”.
Literatura que se enseña a los jóvenes estudiantes y que es tan alejado de la verdad. El inca, era un ser despótico que estaba rodeado de un pequeño séquito que le ayudaban a gobernar. Que llegó al poder luego de dominar, traicionar y asesinar a los jefes de otras tribus asentadas en lo que fue el Tawantinsuyo, conforme se narra en la leyenda de los hermanos Ayar. El pueblo dividido en castas, de las cuales el grueso de la población se encontraba en el eslabón más bajo, que a su vez estaba subdividido en: Yanaconas, Mitimaes y Hatunrunas. Su vida y muerte dependía del Inca. Eran otros tiempos por supuesto.

            Bajo esa premisa literaria que proclama Sancho Llanta, el pueblo Peruano se estaría considerando un Yanacona, un Mitimae o  un Hatunruna, esperando que el Inca Humala le ordene, mejor dicho, los esclavos esperando las órdenes de su señor.
            Es bueno recordar que en el territorio Peruano florecieron otras culturas: Mochica, Chimú, Moche, Viru, Moche, Chavín, Nazca, Pachacamac y los Chancas. Entonces, ¿por que se denomina a los peruanos como Incaicos?
Quizás por que fueron los últimos en tener mas territorio o más poderío, pero no se puede decir que fue la última civilización organizada, pues contemporáneos de ellos son los Chancas asentados en el centro del Perú y al cual los Incas no pudieron doblegar por que era una tribu (comunidad) con las mismas características Incaicas (organización predominantemente militar) y que si los conquistadores Españoles se demoraban 50 años los jóvenes peruanos de hoy, estarían estudiando a la cultura Chanca y en el exterior nos denominarían los Chancas.

Cuando observo a un personaje con las características de Sancho Llanta, y que se cree que es el “Gran Iluminado”, que es el “Gran salvador” del Perú, me preocupa, pues que yo sepa el Pueblo peruano no está acostumbrada al rigor (Violencia, dictaduras) como desafortunadamente  dijo una diputada Argentina, respecto de este gran pueblo  amigo.
            Ahora bien, debemos preguntarnos. ¿Todos los peruanos tienen raíces incaicas?
Si bien tengo apellido español, ¿descenderé de los incas?, ¿Por que no de los Mochicas, o de los Chavín? ¿Quien sabe a lo mejor de los Chancas?.
¿Qué pasa con los descendientes de los esclavos africanos que llegaron durante el Virreynato para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar y algodón a lo largo de la costa Peruana?, ¿Qué pasa con los descendientes de los Coolíes, esclavos chinos que llegaron también durante el Virreynato para trabajar como esclavos domésticos?

            Entonces, no me jodan con esa parafernalia de la búsqueda del INCA  que solucionará sus problemas.


ACTO IV<<
Por fin llegamos al último personaje: La Dulcinea.
            Con todo el crecimiento de los Derechos Humanos, afirmados por unos y bastardeados por otros, y además, con la internacionalización de diversas convenciones que tratan el tema, me entra un poco de temor de hacerle una critica a la Dulcinea, no vaya a ser que aparezcan los/las feministas y me digan que estoy cometiendo algún tipo de discriminación a esta fémina.
            Sus detractores dicen que es la candidata de los ricos, quizás con cierta dosis de razón. Ella por su parte se defiende diciendo: "Quiero que salgamos de (los) perdedores...Propongo un reto muy femenino: Vamos a mirar al mundo y vamos a hacer que el mundo nos mire. Triunfemos en la globalización, exportando cuanto podamos y convocando a la inversión directa y al turismo, por ejemplo, a venir a nuestro inmenso y rico territorio...Vivamos en armonía, integremos el Perú... construyamos familias unidas, crezcamos reconociendo la diversidad y valorando nuestra cultura. Hagamos una sociedad, respetuosa de los derechos humanos y tolerante en la discrepancia. Para ser distintos, hay que querer serlo y lo que demanda el Perú es liderazgo para cambio ético y cultural... Como el viejo Maestro (Víctor Andrés) Belaunde, propongo mostrar con orgullo nuestra Peruanidad... Al asumir esta candidatura, les digo a todos mis compatriotas: ¡Sí podemos. Hagámoslo juntos!".

            Si bien no es nueva en la política, quiero darle el beneficio de la duda, quizá por que al mirar la historia de mi Clan Familiar, veo que han sido “ellas” quienes la han mantenido unida, aún en las peores circunstancias y que además han sido “ellas” las  que nos han dado el ejemplo a “nosotros” que nada es imposible.

ACTO FINAL.
            Cuando miro la realidad de la política actual me preocupa por tanta mediocridad, producto del actual sistema educativo. Sin educación no hay cultura y por ende formaremos ciudadanos parásitos y parásitos políticos. Por ello debemos generar ámbitos donde los más jóvenes aprendan el quehacer político, pero no la politiquería barata y chauvinista de los mediocres.
            La pobreza en el Perú no me preocupa tanto, pero la pobreza en el sentido de hambre, pues como decía mi abuela y dice mi madre: “En el Perú el que se muere de hambre es por que es un vago”. En cambio la pobreza cultural si me preocupa en gran medida, por que cuando falta esta, el hombre deja de ser tal y se convierte en una cosa. Una cosa fácilmente manipulable por estos parásitos políticos. Cuando un hombre es una “cosa” deja de filosofar y deja de preguntarse:
— ¿Estoy siendo bien gobernado?
— ¿Qué es la superación personal?
— ¿Mis hijos deben trabajar o ir a la universidad?
— ¿Serán buenas las ideologías?
— ¿Qué es la política?
— ¿Será cierto lo que dice la TV?.

No estamos tan mal, pero podríamos estar mejor… Si quisiéramos.
(Proverbio propio)

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